La magia de la infancia

Por Pilar, el 12/10/2015

La magia de la infancia

La infancia tiene que ser un momento de vivir con las preocupaciones propias de la edad, no es momento para que las criaturas tengan grandes complicaciones, solamente necesitan juegos, amigos y poco más. Eso es algo en lo que estamos de acuerdo´casi todos. Lo que tampoco tiene mucho sentido es que hagamos de esa época feliz, una etapa más larga de lo que toca y que invada otros momentos con otras necesidades, ni que tengamos a nuestros niños entre algodones.

¿Qué significa? que debemos cuidar de los niños, y estar con ellos porque nos necesitan, pero tenemos también que dejarles espacio para que se desarrollen, sin el agobio de unos padres todo el día pendientes de ellos, controlando todo. Tienen que ir aprendiendo cosas por su cuenta, cometer sus errores y sacar conclusiones que les ayudarán a entrenarse para la vida. Y significa también que no es bueno darles absolutamente todo lo que podemos darles, ni todo lo que nos pidan. Así no van a ser más felices, y acostumbrarlos a pensar que la felicidad es algo que se consigue solo por medio de los bienes materiales, el exceso de cariño, o la adulación, no les va a traer nada bueno. No es probable que el mundo los trate de la misma manera cuando nosotros ya no estemos, así es que mejor vamos a prepararlos  para el mundo que les espera.

Juguemos con ellos, pero no dejemos de lado lo que nosotros tenemos que hacer. Intentemos hacer de su mundo algo grato, pero no una fantasía construida por nosotros de forma artificial. Pensemos que la infancia ya tiene su propia magia y que los críos tienen recursos para disfrutar hasta de un lápiz y una goma, mientras que nosotros nos empeñamos en comprarles los más costosos juguetes. Que tienen que entender, ellos y nosotros, que las cosas requieren un sacrificio y que los juguetes son regalos, no una costumbre porque sí, y deben tenerlos pero no a costa de otras necesidades. Que pueden celebrar su cumpleaños solamente con la familia, sin necesidad de que lo haga con medio colegio, y que por supuesto no es necesario un catering de boda para festejarlo. Seguramente disfrutarán mucho más viendo a sus amigos o incluso participando en la preparación del evento, que con toda la parafernalia a las que los hemos acostumbrado. Y que tienen que disfrutar de vacaciones, claro que si, pero no a costa del esfuerzo familiar, y que por supuesto han de tener algún tipo de actividad en esos dias en los que no hay colegio.

La magía de la infancia va implícita en la condición de niño, que ve las cosas de forma diferente a como hacemos los adultos. Y parte de ella es dejar que sean ellos mismos los que descubran y disfruten el mundo, tal como hicimos nosotros, en épocas en que las cosas eran de otra forma, pero en las que vivimos la magía ser niños sin que seguramente hubiera tanto algodón a nuestro alrededor.

 

Imagen: Carol Alejandra Hernández