Toma la iniciativa y cambiará tu vida

Por Pilar, el 09/11/2015

Toma la iniciativa y cambiará tu vida

Nada como tomar café con las amigas para analizar cosas que ocurren y de paso arreglar el mundo. En el último, el protagonismo ha sido para un pensamiento muy frecuente en algunas personas que se quejan de lo mal que les ha ido en la vida: “Merezco que por fin me vaya bien, yo lo valgo"... Si, naturalmente a todos nos gusta que las cosas nos salgan bien y parece de justicia divina que después de una mala temporada, venga una buena que nos recompense con muchas alegrías. 

Pero no siempre es así, o mejor dicho, no hay que esperar a que la vida nos recompense, sino que somos nosotros los que hemos de tomar la iniciativa para que algo cambie. Normalmente, ante una disyuntiva en un momento dado de la vida, cuando nos decidimos por una opción, puesto que dejamos de lado otras,  siempre esperamos que la elegida sea la correcta. Pero si el patrón de errores  es repetitivo, tendremos que plantearnos que no estamos actuando correctamente y que nuestro análisis del problema o nuestros criterios para resolverlo no son los adecuados.

Eso es lo que hacen las personas valientes: paran, analizan que han hecho mal,  que necesitan para cambiar, ponen en marcha los mecanismos necesarios y si es necesario siguen un camino completamente distinto al habitual. Y con paciencia y trabajo poco a poco se va rompiendo ese círculo vicioso. Ese razonamiento de merecer un cambio bueno debe ir acompañando de un estar trabajando para que así sea.

No es bastante con esperar que las cosas salgan como soñamos y suponer que van a ocurrir por generación espontánea. Eso de que el universo se confabula para ayudarnos a conseguir lo que deseamos es hermoso como pensamiento, pero si nosotros no ponemos de nuestra parte e insistimos en hacer lo que siempre hacemos, aún sabiendo que no es lo adecuado… es evidente que el resultado no va a ser diferente. A la buena suerte hay que echarle una mano, y como pasa con la inspiración, ¡nos tiene que encontrar trabajando!

Imagen: Jay Defehr