Si no es tu responsabilidad, deja de hacerte cargo del problema

Por Pilar, el 26/11/2023

Si no es tu responsabilidad, deja de hacerte cargo del problema

Alma se encuentra muy cansada y está preocupada porque de normal suele ser una mujer muy activa, llena de energía, pero últimamente no puede más. La familia de su marido tiene problemas económicos, que le afectan de lleno y su madre problemas de salud. Hace todo lo humanamente posible por su madre y ha prestado dinero a la familia del marido, pero no consigue solucionar sus problemas y cada vez más parece que sean suyos directamente. No consigue desconectar de todo lo que ocurre y se siente triste, e incluso impotente por no poder hacer nada más.

Lo que le pasa a Alma es habitual verse rodeada de personas queridas con problemas es algo común, pero siempre hay que pararse a pensar un poco para comprobar hasta qué punto nos debe afectar. A veces hay que darse cuenta de que llevamos una mochila que no nos corresponde, que nos estamos apropiando de algo que no es nuestro y debemos vaciarla o abandonarla. Ocurre mucho en personas dadas a ayudar a todo el mundo, a estar disponibles para todo y para todos. Y mientras sea algo que se lleve de forma cómoda, que no suponga un abuso, todo estará bien, significa que esa persona está a gusto y que le compensa esa entrega sin que llegue a perjudicarla.

Lo malo es que con frecuencia, uno no es capaz de poner un límite a ese comportamiento y la entrega rebasa lo que humanamente se puede hacer por los demás. Un día de repente, ves que no solo parece que llevas la vida de otra persona porque te haces cargo de todos sus problemas, sino que te has olvidado por completo de la tuya. 

Seguro que te ha pasado alguna vez, sobre todo si eres madre o padre, profesor, oalguien que se relaciona con muchas personas y que intenta dar lo mejor de sí mismo para el bien del otro. La empatía y el buen hacer son cosas maravillosas pero deben tener un límite, no podemos encargarnos de los problemas de todo el mundo. Es un comportamiento tóxico, que no conduce más que al desgaste emocional.

Alma tiene que tener claro que los problemas económicos de la familia de su marido son resultado directo de su mala cabeza a la hora de gastar, y son ellos los que deben resolverlo. Ella trabaja y ahorra con mucha cordura y no es justo que sus ahorros se los lleven personas que no actúan igual. Ya les ayudó en su momento, pero viendo que no cambian de actitud debe cortar por lo sano. Que se gestionen mejor es algo que les incumbe a ellos, y que no le debe afectar ni a ella ni a su marido. 

Lo de los problemas de salud de la madre es otro frente para ella, pero también ha hecho lo que ha podido. Alma tiene varios hermanos, a los que no ha querido implicar en este problema, pero al final se ha dado cuenta de que es una cuestión que tienen que abordar y resolver entre todos ellos. Ella no tiene ni más ni menos responsabilidad que sus hermanos en este tema. 

¿Ha sido egoísta Alma al obrar así? en absoluto. En algún momento ha tenido remordimientos, porque su manera de ser es de normal generosa y altruista, pero también ha entendido al ver que su propia vida se está deteriorando, que ayudar a los demás debe tener un límite y que no se puede ni se debe poder con todo. 

Así es que cuidado con llenar tu mochila de problemas ajenos que no te corresponde solucionar.  Es difícil ser aséptico con estos temas, porque ayudar a los demás es algo casi espontáneo, pero no puedes dejar que otras vidas problemáticas fagociten la tuya. No vas a ser peor persona por hacerlo.

Imagen: Gabby Orcutt en Unsplash